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La Calle: Prostitución y por qué trabajar allí | Prostitution: Why sex work in the street

Tanta bulla sobre el uso de la calle. Durante los 15 años que he seguido el conflicto sobre la industria del sexo en España, el tema se ha debatido una y otra vez en el congreso nacional, con múltiples invitaciones a una gama de ‘expertos’ para hablar del significativo de la prostitución. Nunca se llega a ninguna conclusión, pero siempre se dice que hay que hacer algo. Los periodistas también vuelven repetidamente al mismo tema. Esta vez sale en El Mundo un nuevo intento de darles voz a algunas de las prostitutas-trabajadoras del sexo en Madrid (siempre dejan fuera a los hombres trabajadores). Siguen extractos de un artículo escogidos por que proporcionan información sobre el trabajo de calle, no solo opiniones. Como verán, existen motivos razonables que gente de fuera parecen incapaz de entender.

Después viene el testimonio de una latina que conocí por primera vez hace muchos años. Se trata de un video cuyo título lo dice todo: ‘Trabajo en la prostitución porque yo lo he elegido’

Y las prostitutas, ¿qué opinan sobre la polémica?

Raquel Quílez, El Mundo. 10 septiembre 2009

[extractos]

. . . Ana -nombre ficticio- mira tímida con unos enormes ojos verdes mientras permanece sentada en el bordillo de un portal próximo a la Gran Vía. . . . Ana esboza a continuación una teoría que sostendrán después la mayoría de las mujeres a las que se pregunta en la zona Centro de Madrid: prefieren trabajar en la calle. ¿Sus motivos? “Si estás en un club tienes que dar parte del dinero al dueño y además tienes que trabajar las horas que te diga y coger los servicios porque si no, no puedes volver al día siguiente. En la calle, sin embargo, nosotras decidimos las horas que estamos y con quién nos vamos. Nos sentimos más libres”. Y eso a pesar de que el precio de sus servicios cae cuando se ofrece al aire libre.

. . . Las prostitutas han saltado al centro del debate público después de las denuncias por las prácticas en plena calle en Barcelona. La mayoría de las preguntadas en Madrid ni siquiera conoce la polémica. “Pero, ¿cómo en la calle? ¿En mitad de la gente, con todos pasando?”, pregunta sorprendida Laura -nombre ficticio-. Ronda los 50, es española y viste un llamativo mono de leopardo. Está sentada en un taburete en una esquina de la calle Ballesta, el sitio que ocupa desde hace ya varios años. “Eso aquí no pasa. Contactamos con los clientes en la calle pero luego nos vamos a pisos alquilados o a los hostales, donde pagamos cinco euros por la habitación”. También ella reivindica el trabajo en la calle. “Yo prefiero estar aquí, me siento más segura”, repite, como sus compañeras. Pero irte con un desconocido a un hostal no es muy seguro… “Ya, pero en los hostales hay personas que trabajan para protegernos”, contesta. ¿Quién contrata a esas personas? Silencio. Laura tiene cuatro hijos y un nieto a los que mantener porque nadie más trabaja en su familia.

. . . A dos calles de Laura trabaja María -una vez más el nombre es ficticio. . . . Tiene 28 años, habla un inglés perfecto y cursó hasta 3º de Comercio Exterior en su país natal, Rumanía, del que llegó hace tres años. Ha probado todo lo que tenía a su alcance para salir adelante. Ha sido empleada del hogar y camarera, con la mala suerte de caer en casas y locales en los que después se negaron a pagarle. También se ha prostituido en clubs y al final ha optado por echarse a la calle. “Es en el único sitio en el que sólo dependo de mí”, dice. María está sobradamente cualificada, pero se ve obligada a trabajar con su cuerpo. Ella sí reclama que se regularice la situación. “Por lo menos podría tener seguridad social y no ahora que llevo tres años trabajando y no ha servido para nada”, dice. En el último mes, María vuelve a casa con entre 60 y 100 euros en el bolso. “Se nota la crisis -cuenta- antes podía ganar hasta 400 al día. Los mejores son los turistas ingleses”.

. . . “Lo ideal sería que se regulase y que tengamos los mismo derechos que cualquier otro trabajador. Creo que la calle no es un lugar seguro para nadie, ni para un vendedor de cupones”. . . .

‘Trabajo en la prostitución porque yo lo he elegido’: Video

Viajó desde Ecuador a Europa en vacaciones y terminó trabajando como prostituta en Madrid. Un hombre se le acercó en un bar, le ofreció dinero a cambio de sexo y le abrió las puertas a un mundo que a ella se le antojó el mejor salvoconducto económico para su vida. Y lleva ya 12 años en ello

Carolina Hernández trabaja en la calle por decisión propia y comparte sus problemas con su familia, sus amigos y su pareja. En esta entrevista ofrece una visión de la profesión alejada del mito y los lugares comunes. Cuenta que quiere tener un hijo, colabora con la organización Hetaria, desde la que pide la regulación de la prostitución, y asegura que es feliz.

Mientras los políticos debaten su profesión en el Congreso, ella pide que se termine con la hipocresía: “No vivamos en una sociedad retrógrada y machista”, reclama como principal anhelo.

Por qué no se puede sacar a las prostitutas migrantes: Why migrant sex workers cannot be got rid of easily

English below. Mucha gente no entiende cómo es posible que haya tanto rechazo y acciones policiales en contra de las trabajadoras sexuales migrantes en Europa y sin embargo siguen estando tantas allí, ejerciendo la prostitución. El otro día coloqué un video sobre redadas en España que demostró cuán normal se han vuelto. También puse algo sobre algunos taxistas que no quieren que la policía mallorquina pasen tanto tiempo acosando a sus pasajeras del oeste de Africa. Many people don’t understand how there can be so much protest and police action against migrant prostitutes in Europe and yet there are always so many there.

Este artículo de Barcelona se enfoca en el grupo que molesta más a los europeos: las mujeres negras de Nigeria y paises vecinos, y explica los impedimentos a sacarlas: 1) la prostitución en sí no es delito en España; 2) se les detiene por una infracción menor, a la ordenanza cívica, o bien 3) porque no tienen papeles que demuestran su permiso de estar; así que 4) se les intenta expulsar del país; pero 5) no se puede acreditar a cuál país estarían destinadas; o 6) se van las mujeres en vez de mantenerse localizables para cumplir los requisitos burocráticos. ¿Qué tal? This article from Barcelona focuses on the group that bothers Europeans most: black women from Nigerian and neighbouring countries, and explains the obstacles to getting rid of them: 1) prostitution is not a crime in Spain; 2) they are arrested for a minor infraction, of a civic ordinance, or 3) because they have no papers demonstrating their permission to be there; so that 4) they try to expel them; but 5) they cannot prove what country they would be sent back to; or 6) the women go somewhere else instead of staying where police can locate them and get them to fulfil the paperwork necessary. Some contradiction, no?

El artículo interesa también porque dice secamente que no se puede saber fácilmente cuáles de estas mujeres son víctimas y cuáles están vendiendo sexo porque les parece la mejor opción del momento. The article also says, as though it’s not big news, that it is not easy to know which of the women are victims and which are selling sex because it seems to them to be their best present option.

Detienen a 100 prostitutas irregulares en La Rambla en lo que va de año

Europa Press, 23 agosto 2009

Barcelona: La Policía Nacional ha detenido en lo que va de año a más de un centenar de prostitutas de nacionalidad nigeriana en situación irregular en seis redadas en La Rambla de Barcelona, en las que se identificaron a cerca de un centenar de ellas en cada una de las operaciones. Según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya, en 2008 se realizaron menos operaciones de este tipo, en las que se detuvo a 50 prostitutas en tres redadas por infracción a la Ley de Extranjería, todas ellas nigerianas. En estos últimos años han proliferado las prostitutas de esta nacionalidad en La Rambla, que en ocasiones protagonizan altercados con potenciales clientes, muchos de ellos turistas, a los que abordan en plena vía y a los que a veces tratan de robar.

Según explicaron las citadas fuentes, la mayoría llega en una situación muy precaria a la ciudad, después de un viaje que empezó cruzando el Estrecho en patera, y con una deuda con quien les ha facilitado su llegada a España. Algunas fuentes apuntan a que esta deuda puede servir para explotarlas, aunque no es fácil determinar si son víctimas de redes de proxenetismo o si ejercen la prostitución ante la falta de otra salida.

La Policía no puede detenerlas por prostitución, ya que se trata de una infracción a la ordenanza de civismo del Ayuntamiento, aunque sí las detiene por infringir la Ley de Extranjería, si bien la mayoría de ellas no tiene ningún tipo de documento y es imposible expulsarlas porque no se puede acreditar oficialmente cuál es su país de origen.

En el caso de abrirles un expediente de expulsión, muchas veces éste no prospera porque las mujeres no son localizables y no siguen el procedimiento, que requiere del cumplimiento de varios trámites.

Trabajadoras sexuales peruanas en el Congreso Nacional: Sex worker testimony in Perú’s Congress

Aquí va un video de la ponencia de Ángela Villón Bustamante, presidenta de la asociación Miluska Vida y Dignidad, Asociación Civil de Trabajadoras Sexuales de Lima, Perú. Rosario Sasieta, miembro del Congreso Nacional del Perú, presenta a Villón.

Propuestas desde el Movimiento de Trabajadoras Sexuales del Perú

La ponencia de Villón sigue en dos partes mas: 2da y 3ra.  

Otra ponencia de la misma ocasión habla de un estudio con trabajadoras sexuales transgéneras. La ponente es Ximena Salazar de la unidad de salud, sexualidad y desarrollo humano de la Universidad Cayetano Heredia.

Conclusiones y Recomendaciones por parte de Sasieta.  

Controlar el espacio urbano como política de la prostitución: Improving urban space by cleaning out prostitutes, Spain

En los últimos días ha habido dos operaciones en España que tienen como propósito el reprimir la venta y compra de sexo en las calles. Primero un video de lo que se está llamando una macrorredada en Barcelona, pero, como dice la reportera, fue pan de cada día para las trabajadoras sexuales de la vecindad (se irritaban más por las cámaras que por los policías). Una operación de 5 horas que detuvo a más de 250 migrantes sin papeles y algunos clientes. Después otra iniciativa urbana en Bilbao, donde
quieren prohibir la prostitución en la calle y ‘reinsertar’ a las mujeres en la sociedad (donde a lo mejor no tienen permiso de estar). (Video)

Y al otro lado del país:

Bilbao retoma la ordenanza de prostitución con propuestas de «solidaridad social»

19.07.09, Teresa Abajo, Bilbao

El Ayuntamiento de Bilbao ha dado el primer paso para elaborar una ordenanza sobre la prostitución en la calle, un proyecto bloqueado desde hace más de un año por discrepancias en el seno del equipo de gobierno. En el último pleno del curso político, el pasado 25 de junio, se asumió el compromiso de iniciar una amplia ronda de conversaciones para buscar el consenso necesario en torno a un asunto «complejo». Los partidos tienen diferentes posturas, aunque todos reconocen los problemas que genera esta actividad, especialmente en la parte baja de Miribilla.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maiz, ha enviado un escrito a los cuatro grupos políticos municipales, las asociaciones vecinales de Miribilla, Saralegi, San Francisco y General Concha y otras entidades como Askabide para iniciar un proceso de diálogo que deberá concretarse después del verano. El objetivo es adoptar «medidas concretas» para minimizar las «molestias y perjuicios» que soportan los residentes, con especial atención a los menores y adolescentes, «por el uso abusivo y excluyente de los espacios públicos».

El paisaje que describe el Ayuntamiento no es muy diferente al que denuncian las asociaciones vecinales. «Negociaciones sobre el precio a la vista de todos, incluso servicios en portales o coches», suciedad en la vía pública, ruidos y «trasiego de gente y coches a horas intempestivas». Pero tampoco pierde de vista la «situación social y personal» de las prostitutas.

La futura ordenanza no se limitará, por tanto, a establecer un régimen de infracciones y sanciones. Deberá recoger «aspectos preventivos y de apoyo a las personas afectadas», según el planteamiento de Eduardo Maiz. Esta vocación de «solidaridad social» iría ligada a programas socioeducativos y de formación que ayuden a las prostitutas a encontrar otro empleo. Las organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan con estos colectivos, cuya labor se reconoce de forma explícita, recibirán apoyo municipal. Aunque se trata de un punto de partida «abierto al debate», el texto ya incorpora novedades importantes respecto al primer borrador de la ordenanza, que se presentó el año pasado.

Sanciones

La normativa contemplaba multas de entre 750 y 3.000 euros y abogaba por sancionar «con más intensidad» al cliente que a la profesional del sexo. Esta era la propuesta del PNV. Ezker Batua no disimuló su desacuerdo con un proyecto que consideraba fundamentalmente «punitivo» y que acabó guardado en un cajón. La formación de izquierdas defiende la necesidad de actuar «desde una perspectiva social» y «sin criminalizar» la prostitución, como recordó en el último pleno. El PP, que fue quien suscitó el debate al reclamar que comenzaran los trámites para elaborar la ordenanza, pone el acento en la «inseguridad, ruidos y molestias» que genera la práctica de esta actividad en la calle.

Estos y otros puntos de vista deberán ponerse en común a partir de septiembre. Maiz ha pedido a sus interlocutores propuestas por escrito para tratar de acercar posturas y presentar «a la mayor brevedad» medidas concretas. Como ejemplo les ha enviado copias de las ordenanzas que están en vigor en otras ciudades, aunque reconoce que algunas de ellas «no han resultado tan efectivas como pensábamos».

Marcha de trabajador@s sexuales en Perú: un bochinche/Sex workers march in Lima

Mira este video de una marcha en Lima llevada a cabo el 2 de junio, Día Internacional de los/as Trabajadores Sexuales. Here’s a great, colourful video of a pro-rights march held in Lima on 2 June on International Sex Workers Day.

La marcha forma parta de un proyecto de CiudadaniaSx: activismo cultural y derechos humanos, que enfrenta el estigma y la discriminación a través del arte y el activismo cultural. El proyecto sobre el trabajo sexual, llamado Intervención Bochinche, tiene como meta

confrontar el estigma y la discriminación que sufren cotidianamente las trabajadoras sexuales mujeres y trans (travesti, transgénero, transexual) debido a la criminalización del trabajo sexual, motivo por el cual suelen ser víctimas de diversas formas de violencia y violación de sus derechos.

Según donde estés, la palabra bochinche significa jaleo, alboroto (mess, row, racket, upheaval) o chisme (gossip). En el caso de esta inciativia, los dos significados pueden servir. Antes de la marcha, el proyecto colocó por Lima pancartas con interesantes mensajes, jugando con las palabras y las políticas represivas de la municipalidad. Entonces:

Street prostitution is advancing – neat!

Caresses available

Pick them up – We’re not watching you

The city is filling with lust – great!

Operation Sodom is also coming

Hookers’ Summit in Lima

Chicha Mariani busca a su nieta: another kind of human trafficking

Today’s post might appear to belong neither to migration nor sex-industry studies, but this search for a disappeared person can be called a case of human trafficking. With all the current ballyhoo about that subject, perhaps those looking for children ‘lost’ in Argentina in the 70s should make use of it.  I’m also posting this because the Internet offers possibilities unheard of in the past for seeking and finding people, and because I received this through complex affective labyrinths. And also because it shows an identity document that fastens a trafficked person to a particular piece of ground. I often question the efficacy of such documents, but this might be a good use of one. It’s a letter from a founder of the Abuelas de Plaza de Mayo, Chicha Mariani, to a grand-daughter who disappeared when her mother was murdered in 1976 in La Plata, Argentina. More of her lifelong struggle here.

At the same time, since it’s possible that the person being looked for would rather not be found, I hesitated to post this. Given the tenuous identifiers for her, I trust she will be able to continue to evade detection if she wants to.

Casa de citas, America Latina: La normalidad del trabajo sexual en un sitio pobre

Aquí hay un video que demuestra bien cómo es una casa de citas típica de los pobres. El ejemplo viene de Nicaragua. Aunque el comentario destaca el bajo precio de los servicios brindados, el tono no es victimizante, y se ve la total normalidad de la situación para el vecindario. Claro que la normalidad es machista.

Y aquí hay otro desde Brasil que entrevista a varias mujeres profesionales del sexo. En éste se habla del estigma y el VIH, pero también enseña cómo el sexo pagado se mezcla con la vida cotidiana.

Este es de México sobre una casa tipo asilo para mujeres retiradas de la profesión. Al final hay unos comentarios sobre la corrupción y las mafias.

Los tres ejemplos viene de Metropolis, de Holanda, y hay más videos sobre el trabajo sexual en otros paises, pero hay bastante discurso triste, victimizante y de proyectos de ayuda. Lo que me gusta del nicaraguense es su humor.

– Laura Agustín, the Naked Anthropologist

Libro Trabajar en la industria del sexo/Book called Working in the Sex Industry

There seems to be some confusion about another book of mine, which was published in Spain at the end of 2004 by Gakoa, in the Basque Country. Its translated title is Working in the Sex Industry, and other clichés about migration and consists of a series of essays plus a report written for Colectivo Ioé in 2000. I did the Ioé field work in Pamplona, talking with migrants, sex workers, social workers, police and other government officials. Sex at the Margins is not a translation of the first book. Below I tell a bit about how the first one came to be. If you are interested in buying the first one write to hiruga01@sarenet.es.

Trabajar en la industria del sexo, y otros tópicos migratorios. Publicado en el Pais Vasco, España, en 2004 por Gakoa. Pedidos: hiruga01@sarenet.es

Gakoa es la editorial que publica la revista Mugak. Peio Aierbe se puso en contacto conmigo cuando querían sacar una edición sobre migrantes que trabajan en la industria del sexo, que salió en 2003.

El sitio de Gakoa dice sobre Mugak que ‘está concebida como una herramienta al servicio de los movimientos de solidaridad frente al racismo y la xenofobia. El camino recorrido desde su aparición, en 1997, nos permite afirmar que es una herramienta consolidada. Hemos podido comprobar que existe una amplia franja de personas que se acercan a estas cuestiones desde una postura solidaria. Sea desde la práctica militante o desde la inquietud intelectual, o incluso, desde quienes tienen que prestar un servicio en el ámbito de la Administración, la sintonía que hemos encontrado con todas nos hace ser optimistas de cara al futuro.

Esta sintonía es la que convierte a la revista Mugak en un actor de primer orden en la labor de construir redes por las que transite el debate, la solidaridad, el contraste, las propuestas y, en definitiva, parte del caudal solidario que existe en nuestra sociedad. Las oportunidades y los retos que plantean las migraciones afectan, de manera transversal, al conjunto de ámbitos en los que se desarrolla nuestra vida diaria. Esta complejidad exige una mirada detenida sobre cada uno de ellos y recurrir a muchos puntos de vista. Ése es el ámbito de trabajo de Mugak.’

Puedes leer sobre El Centro de Estudios y Documentación sobre Inmigración, Racismo y Xenofobia Mugak y sus ideas en euskara.

Trabajo sexual y derecho al trabajo: Sex work and the right to work

Artículo en castellano sigue abajo. This piece was published in mid-December 2008 in a special edition of Ciudadaniasx (SxCitizenship) called Trabajo sexual: Derechos, estigma y discriminación. In it I talk about the idea of sex work and its use as a base for demanding rights. I’ve added pictures here that are different from those the editors used (and which are more to the point).

Trabajo sexual y derecho al trabajo
Laura Agustín, Ciudadaníasx, N 4, diciembre de 2088

Presentación

Desde los años 70 existe un movimiento social que condena la estigmatización y criminalización del intercambio de sexo y dinero. El movimiento está basado en un concepto de derechos de las personas que venden servicios sexuales, porque son ellas, y no los compradores, quienes han estado – hasta hace poco – persiguidas en todos lados del mundo. La persecución viene tanto de las fuerzas del órden público que quieren encarcelarles como de bienpensantes que quieren rescatarles. Entre los dos, y las leyes que les ningunean, los trabajadores del sexo no viven en paz: sobre todos las mujeres y los y las transgéneros y transexuales.

Estatua de trabajadora sexual en Amsterdam

Después de décadas, las protestas siguen intentando romper el estigma social que mantiene la idea que vender sexo es pecado, perversidad, acto criminal o violación, y la táctica casi universal de los grupos militantes es definir la actividad como un trabajo por el cual existen derechos laborales. Se presentan diferencias entre los contextos sociales de distintos grupos, pero cuando se comparan sus acciones políticas, tanto en Bangkok como en Montreal o Madrid, se ven las mismas quejas y los mismos sueños. Cada vez más las redes se comunican, más participantes hablan más de un idioma y existen programas informáticos y gratuitos que posibilitan la rápida traducción de una noticia a otros idiomas. Pertenecer a esas listas de difusión y utilizar esos sitios web significa ver información que viene de grupos de muchos países, que constituye evidencia de una fuerte comunidad de interés. Entre las redes regionales, algunas son más sólidas y duraderas (Asia-el Pacífico) que otras (América Latina, Africa). Sin embargo, existen nuevas iniciativas que hacen renacer la esperanza incluso en los contextos más criminalizados, como en los Estados Unidos.

Las demandas son las mismas que se sacaban hace décadas. El movimiento que está en contra del concepto del trabajo sexual está bien organizado y enfocado en unas cuantas estrategias, sobre todo la de simplificar lo complejo en un argumento captado rápidamente: que toda prostitución es violencia contra las mujeres, lo cual hay que erradicar. En cambio, el movimiento pro-trabajo sexual ofrece un discurso variopinto, complejo, no reduccionista y difícil de captar rápidamente, inevitable porque desea incluir un sinnúmero de realidades humanas. Dentro del mismo movimiento hay distintos planteamientos sobre cómo se debería proceder, lo cual complica la comprensión por parte de la sociedad en general. Pero todos están de acuerdo con el lema principal: El trabajo sexual es trabajo.

Graffiti en Rosario, Argentina: El trabajo sexual no es delito (foto Pablo Flores)

Instituciones que pueden entender: Los sindicatos

La táctica más estrechamente vinculada a la lucha por el derecho laboral es buscar que algún sindicato general acepte el concepto del trabajo sexual para luego incluir a sus trabajadores en sus actividades convencionales. Ejemplos de esta iniciativa existen en Argentina, donde AMMAR pertenece a la CTA, en Gran Bretaña, donde la IUSW forma parte del GMB, en Cataluña, donde Comisiones Obreras han integrado a estos trabajadores y en California, EEUU, en un club de striptease.

AMMAR es la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas, también llamada Asociación de Trabajadoras Sexuales de Argentina, adherida a la Central de los Trabajadores Argentinos desde el año 1994, con 11 delegaciones en todo el país. IUSW es la International Union of Sex Workers, basada en Londres, fundada en 2000 y afiliada en 2002 con el antes llamado General Municipal Boilermakers and Allied Trade Union (que ahora se llama GMB sin más). Comisiones Obreras es la organización sindical más grande de España, y la mayoría de sus ramas regionales no han llegado a la misma conclusión que la oficina catalán.

En 1997, las bailarinas desnudas y demás empleados de un negocio del tipo peep show en San Francisco, California, logró organizarse como la Exotic Dancers Union y afiliarse al Service Employees International Union. En 2003 los trabajadores formaron un cooperativo después de comprar el negocio, y el sindicato ahora se llama la Lusty Lady Union. Continue reading

Fotos de trabajador@s sexuales en la conferencia de SIDA, DF, Mexico

Fotos de la Conferencia de SIDA en el DF en agosto de 2008. De PJ Starr:


Photos from Mexico (part 1) from PJ Starr on Vimeo.

Tiene otros en inglés sobre reducción de daños, como se define el daño etc. Y no se olviden del performance genial de esa conferencia que se ve aqui.

Performance de sexoservicio revolucionario

La Jornada, México 

Mariko Passion combate la discriminación contra el sexoservicio

Contra el VIH, performance de sexoservicio revolucionario

Mariana Norandi

Mariko Passion en la Aldea Global

Mariko Passion en la Aldea Global, foto por Cristina Rodriguez

Se autodefine como “geisha urbana” y “puta revolucionaria”.

Es Mariko Passion, artista de performance, cantante, letrista, activista y trabajadora sexual desde hace nueve años. De origen chino-japonés, esta joven radica en Los Ángeles, California, y ayer presentó en el espacio cultural de la Aldea Global de la 17 Conferencia Internacional sobre el VIH/sida el espectáculo Canciones de una puta revolucionaria, donde pone ritmo electrónico a sus experiencias y realidades laborales para, desde el escenario, reclamar a los gobiernos de todo el mundo la descriminalización y legalización del trabajo sexual. Continue reading

Mas allá de la victimización

Un editor de La Vanguardia de Barcelona me pidió un editorial en 2006 y no cambió ni una jota del artículo entregado una semana mas tarde. Salió en la portada de la sección editorial del domingo 25 junio 2006, páginas 24-5. 

Se llama Más allá de la victimización y está en pdf.

Atreverse a cruzar fronteras: migrantes que venden sexo

Atreverse a cruzar fronteras: Migrantes como protagonistas

Viento Sur Num 87, julio de 2006

Laura María Agustín

Es notable que en el año 2006 se siga considerando a las mujeres como empujadas, obligadas, coaccionadas o forzadas, cuando salen de sus países por la misma razón que los hombres: para progresar mediante el trabajo. Pero tan arraigada está la idea de la mujer como parte esencial de la casa, y hasta como la encarnación misma de la casa, que se les niega sistemáticamente el protagonismo que implica la decisión de emigrar. Así comienza la patética imagen de mujeres inocentes arrancadas de sus casas, coaccionadas a emigrar, y hasta secuestradas o vendidas como esclavas. Estas imágenes hoy en día siguen a quienes viajan a lugares donde los únicos trabajos remunerados disponibles se encuentran en el servicio doméstico, del cuidado y en la industria del sexo. El discurso del “tráfico” de mujeres supone que para las mujeres es mejor quedarse en casa que abandonarla y meterse en “problemas” que les dañarán irreparablemente, mientras que se espera que los hombres enfrenten y superen los problemas de manera rutinaria. Esta construcción no sólo reproduce una visión clásicamente patriarcal sino también neocolonial, en la que los pobres son construidos sólo como víctimas de estructuras materiales. Mientras las desigualdades de los países ricos y pobres no se pueden discutir, no justifica quitarles a todos los desventajados del mundo su capacidad de pensar y elegir ni su movilidad. La gran diversidad entre los seres humanos hace que estrategias que para una persona parecen poco gratificantes pueden ser aprovechadas con éxito por otras. Continue reading

Trabajar en la industria del sexo

This article started everything. Little did I know…

Este articulo fue el comienzo de todo. Cuando la editora de la publicacion OFRIM de la Comunidad de Madrid me pidio un articulo en 2000 sobre las migrantes que venden sexo, estipulando que lo queria sin comentarios moralizantes, yo accedi sin darme cuenta del enorme conflicto que resultaria. Fue de pelicula el drama entre burocrata abolicionista y famosa en Madrid y la publicacion, que insistia ser independiente. Se demoro mas de dos meses, y la batalla subio hasta la cima de la burocracia, una consejera. Pero al final se publico.

Trabajar en la industria del sexo
Laura Mª Agustín

Publicado en OFRIM/Suplementos [publicación especializada de inmigración]
Junio 2000, Madrid, España

Los migrantes que vienen a trabajar en la industria sexual europea son de toda clase, color, edad, etnia, nacionalidad, y no sólo son mujeres sino hombres y transgéneros también . Llegan por incontables rutas—sólos, con amigos, en pareja o en grupos acompañados. Algunos tienen dinero para gastar, otros llegan endeudados. Su documentación puede ser verdadera o falsa; algunos llegan con visados de turista. Muchas de estas personas han planificado sus viajes personalmente durante largo tiempo, mientras a otras se les ha presentado una oportunidad con poco tiempo para planificarlo. Algunos de estos viajeros y viajeras potenciales ya ejercían prostitución en su país. La gran mayoría, concuerdan fuentes por todos lados del mundo, ha entendido que su trabajo futuro o será directamente prostitución o que tendrá un aspecto sexual. Es decir, ha optado por hacer un trabajo sexual.

Antes de continuar, quisiera destacar que el tema de este ensayo no es intentar explicar por que existe prostitución, buscando sus causas; ni es definirla ni juzgarla dentro de ningún marco teórico como sería el feminismo, el posmodernismo, etc. Tampoco voy a identificar qué grupos o individuos se encuentran más en esta industria y cómo funcionan las redes migratorias involucradas. Sobre todo no voy a abordar la cuestión de si algún ser humano pueda ‘elegir’ realmente cómo trabaja, sea prostitución u otra cosa. Continue reading